La silva arromanzada, cuya creación se atribuye a Gustavo Adolfo Bécquer en el romanticismo, es una sucesión de versos de arte mayor y menor —generalmente endecasílabos y heptasílabos—, donde solo los versos pares riman —en asonante—.
Se trata, pues, de una combinación del romance y de la silva. El primero es una estrofa popular y típica española (algunos estudiosos creen que procede de los cantares de gesta medievales), con versos octosílabos y rima asonante en los versos pares, a diferencia de la segunda, que es una estrofa de origen italiano. En la silva los versos endecasílabos y heptasílabos se suceden sin ningún orden, y la rima también —siempre y cuando sea consonante—.
ROMANCE DEL PRISIONERO (Anónimo)
Que por mayo era, por mayo,
cuando
hace la calor,
cuando
los trigos encañan
y están
los campos en flor,
cuando
canta la calandria
y
responde el ruiseñor,
cuando
los enamorados
van a
servir al amor;
sino yo,
triste, cuitado,
que vivo
en esta prisión;
que ni
sé cuándo es de día
ni
cuándo las noches son,
sino por
una avecilla
que me
cantaba el albor.
Matómela un ballestero;
dele
Dios mal galardón.
+
A LA ROSA AMARILLA (Francisco de Rioja)
¿Cuál suprema piedad, rosa divina,
de alta
belleza transformó colores
en tu
flor peregrina,
teñida
del color de los amores
cuando
en ti floreció el aliento humano?
Sin duda fue soberbio amante y
necio,
cuidado
tuyo y llama,
y tú descuido suyo y su desprecio:
diste
voces al aire fiel, en vano.
¡Oh triste, y cuantas veces
y
cuantas, ay, tu lengua enmudecieron
lágrimas que copiosas la ciñeron!
Mas tal hubo deidad, que, conmovida
(fuese
al rigor del amoroso fuego,
o al pío
afecto del humilde ruego),
borró
tus luces bellas
y apagó
de tu incendio las centellas:
desvaneció
la púrpura y la nieve,
de tu
belleza pura
en
corteza y en hojas y astil breve.
El oro solamente,
que en
crespos lazos coronó tu frente,
en igual
copia dura,
sombra
de la belleza
que
pródiga te dio naturaleza;
para que
seas, oh, flor resplandeciente,
ejemplo
eterno y solo de amadores,
sola
eterna amarilla entre las flores.
=
A UN OLMO SECO (Antonio Machado)
Al olmo viejo, hendido por el rayo
y en su mitad podrido,
con las lluvias de abril y el sol de mayo,
algunas hojas verdes le han salido.
El olmo centenario en la colina...
Un musgo amarillento
le lame la corteza blanquecina
al tronco carcomido y polvoriento.
Antes que te derribe, olmo del Duero,
con su hacha el leñador, y el carpintero
te convierta en malena de campana,
lanza de carro o yugo de carretera;
antes que rojo en el hogar, mañana,
ardas de alguna mísera caseta.
Antes que el río hasta la mar te empuje
por valles y barrancas,
olmo, quiero anotar en mi cartera
la gracia de tu rama verdecida.
Mi corazón espera
también hacia la luz y hacia la vida,
otro milagro de la primavera.
El romanticismo se caracterizó por la exaltación de la libertad, y la silva arromanzada puede interpretarse como una muestra de la libertad métrica, pero entrando en divagaciones, ¿no se puede considerar también una síntesis entre el carácter popular del romance y el carácter culto de la silva?, ¿no cabe entenderla como una síntesis entre poesía española y poesía italiana?