martes, 12 de marzo de 2024

SI LO HUBIESES SABIDO... SI LO HUBIESES SABIDO...


Plantearse qué cambiaríamos si pudiésemos viajar atrás en el tiempo es absurdo, pues, cuando tomamos la decisión que hoy consideramos errada, no sabíamos lo que iba a ocurrir.


«¿Qué cambiarías si pudieras volver atrás en el tiempo?».

Esta pregunta, y otras similares, constituyen un tópico universal; y por eso solemos oírlas por doquier en entrevistas, tertulias y análisis de toda clase de asuntos.

En cuanto a las respuestas, la mayor parte de las personas contesta cosas como que no se habría centrado en ganar dinero, sino en conservar la salud; que habría pasado más tiempo con sus padres —a los que perdió pronto—; que habría escrito novelas y obras de teatro sobre asuntos distintos de los que las escribió; que habría dejado su trabajo para dedicarse a uno que de verdad le gustase; o que habría empleado el tiempo libre en viajar y conocer las pirámides de Egipto o el Taj Mahal.

Estas respuestas sirven de fundamento para que los expertos —expertos en no se sabe qué, dicho sea de paso— nos repitan con frecuencia que hay que hacer todo lo que a uno se le antoje, para no lamentarse después por no haberlo hecho.

No obstante, si con calma lo consideramos, la pregunta —y, por tanto, las respuestas— adolecen de un vicio muy grave: que olvidan que, cuando el sujeto tomó la decisión que hoy juzga errada, no sabía qué iba a pasar a continuación: no podía saber que la forma en que ganaba dinero le mermaría la salud, ni que sus padres no vivirían mucho, ni que sus obras literarias no tendrían el éxito esperado, ni que podía encontrar un trabajo mejor que el que tenía, ni que podía dedicar el tiempo libre a otras cosas que a las que en su día lo dedicó… Decidió atender a lo que entonces le parecía lo más importante, y no podía saber de antemano que el resultado de su decisión lo defraudaría. Por eso, si pudiese volver atrás y cambiar aquello con lo que no quedó satisfecho, al cabo de los años, quizás se lamentaría nuevamente de alguna de las nuevas decisiones que tomara… ¿Y por qué? Precisamente porque no podría prever de antemano las nuevas consecuencias de las nuevas decisiones.

Dicho de otra manera: las preguntas que versan sobre qué se cambiaría de lo pasado presuponen tácitamente que en la vida las cosas están claras y no envueltas en la incertidumbre, y que, por lo tanto, los resultados de nuestras decisiones se pueden prever siempre sin gran dificultad. Pero dichos resultados, en el noventa y nueve por ciento de las veces, no se ven hasta después de tomar la decisión, la cual precisamente es la que sirve para acabar con la incertidumbre que había; y lo que es más: si saltasen a la vista las consecuencias antes de tomar las decisiones, entonces, por pura lógica, nadie se equivocaría nunca.



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